Fue un sociólogo ecuatoriano.
Después de haber trabajado sobre la sociedad ecuatoriana desde el punto de vista cultural (con el libro "Entre la ira y la esperanza", el de mayor difusión en el Ecuador, incluso post mortem) y sociológico ("El proceso de dominación política en el Ecuador", debatido por su visión del populismo velasquista), Agustín Cueva Dávila, ya residiendo en México (1972-1990 aproximadamente, después de dos años de residencia en Concepción, Chile, 1970-1972), incursionó desde una perspectiva marxista en el debate sobre la teoría de la dependencia, siendo crítico de la misma a finales de los años '70 . Estuvo vinculado a numerosas polémicas de la sociología y algunas pocas literarias tanto en su país como en América Latina en general, hasta los años '80, cuando alertó sobre la instalación del conservadurismo en Occidente y la cooptación de buena parte de la intelectualidad latinoamericana. Obtuvo un reconocimiento de Editorial siglo xxi (en un premio ensayo) por su obra El desarrollo del capitalismo en América Latina, un clásico de la enseñanza sociológica latinoamericanista en México, poco conocido en el Ecuador, en el cual propone una visión marxista de la transición latinoamericana al capitalismo a finales del siglo xix, por la vía "junker", "prusiana" o "reaccionaria" (retomando así la polémica de Lenin sobre las vías de transición al capitalismo en "El desarrollo del capitalismo en Rusia"), y explora posteriormente sus consecuencias, hasta bien entrado el siglo xx. Se apega a la teoría de la formación social como coexistencia de modos de producción, colocándose así a distancia del dependentismo, para el cual la penetración del capitalismo en la región es mucho más temprana y homogeneizante (el dependentismo no trabajó con varias categorías marxistas que recuperó Agustín Cueva Dávila). Esa distancia está refrendada en por lo menos dos obras, "Teoría social y procesos políticos en América Latina", en la cual se explican claramente las críticas al dependentismo, sin rechazarlo empero por entero, contra lo que sostienen algunos de sus autores, y "La teoría marxista", que recoge varias categorías marxistas ajenas a la teoría de la dependencia. Además de haber escrito numerosos ensayos sobre la problemática social, política y cultural (en ocasiones como sociólogo de la literatura) de la región, fue presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología y Jefe de la División de Estudios Superiores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.