El emisor realiza este discurso en calidad de presidente de la Juventud Conservadora. El documento señala una síntesis de la ideología del partido, así como plantea diversas problemáticas existentes en la sociedad chilena.

El emisor destaca su participación dentro de la ANEC y el partido, estando próximo a retirarse debido a cumplir el límite de edad establecido por los Estatutos. Señala las bases y valores que conforman al Partido Conservador, la Juventud Conservadora y la ANEC, de forma que entrega un mensaje motivacional para la participación y crecimiento de dichos movimientos.

El emisor se dirige tanto al presidente de la República (en ese entonces Gabriel González Videla), entre diversas autoridades políticas, como ministros e incluso militares,

El emisor refiere a la calidad humana y su buen rol como cristiano.

El documento plantea una visión crítica sobre los aspectos en que el país se encuentra. Primeramente, señalando las fallas y elementos que deterioran a la nación (tales como el materialismo, crisis política, desorganización, comunismo, entre otros factores). Ante ello, se señalan posibles soluciones que reformulan el rol de la educación pública, la administración pública, etcétera.

El emisor destaca algunos de los avances en materia políticas realizados para el bienestar de los habitantes. También hace un llamado a mantener la confianza en su desempeño en el cargo político en cuestión.

El emisor refiere al rol de la Juventud dentro de la sociedad chilena, así como sus tensiones valóricos con la dirigencia política.