En este número: Portada: Aysén: paisaje del diluvio, reportaje exclusivo en páginas 8, 9 y 10. (Foto de Bibi de Vicenzi.) Marcha nupcial para 30 sacerdotes chilenos (Información páginas centrales.) ¿Qué piensan los campesinos de la Reforma? información exclusiva en páginas 16 y 17.
En este número: Portada: Tras los muros de la misteriosa colonia alemana: ERCILLA viajó a la colonia "Dignidad", donde colonos alemanes viven trabajando en silenciosa y aislada actividad. Desde allí huyó Wolfgang Muller, el joven que ahora se encuentra refugiado en el Asilo de Ancianos Alemanes, desde donde se le trató de raptar. Amplio reportaje y fotos exclusivas en páginas 3, 4 y 5. La foto superior muestra el letrero colocado en la puerta del fundo. Abajo, colonas alemanas, sus sonrisas y su silencio. "Tercera posición" en el PDC revela su estrategia: Parlamentarios patrocinan discusión crítica sobre el Gobierno y el Partido, pero "puertas adentro". (Información en páginas 8 y 9.) Peligro atómico para Chile señala informe secreto: Cancillería estudia documento sobre efectos de la anunciada explosión de una bomba H francesa en el Pacífico. (Información en páginas centrales.)
La revista Pluma y Pincel nace en 1982 en Chile como un importante agente cultural prestando especial atención al quehacer literario y plástico. Es considerada uno de los medios de comunicación chilenos más importantes del siglo XX. Fundada por Gregorio Goldemberg, la revista se convirtió en una de las publicaciones con más números editados pese a las interrupciones ocasionadas por el acontecer político. Contó con la colaboración de Alfonso Calderón, Jorge Marchant Lazcano, Marco Antonio Moreno y Floridor Pérez entre otros. Pluma y Pincel marcó sus cimientos en Buenos Aires, Argentina alcanzando a publicar 41 números entre los años 1976-1978. Durante la década 80, destacó por tener una línea editorial inclinada a temáticas feministas, incorporando secciones misceláneas y abriendo espacios a la literatura y dirigida por Cecilia Allendes Ossa. Posterior al plebiscito de 1988, la revista nuevamente presentó restructuraciones convirtiéndose en un referente de la democracia chilena. Una tercera etapa, transformo a Pluma y Pincel en una publicación semanal de contingencia política y social, sin perder su línea cultural. En 1990, se modifica su formato abocándose a temas culturales y sociales de país y publicándose mensualmente.