Recorte de prensa del articulo "Alumnos Domados", escrito por Hans Ehrmann, publicado el 20 de octubre de 1982 en la Revista Ercilla n°2464, página 34. El documento presenta una reseña de una obra de Shakespeare, "La fierecilla domada", presentada por alumnos del Departamento de Artes de la Representación (DAR). Destaca la recepción entusiasta del público joven, así como aspectos del montaje y las actuaciones. Se menciona la traducción de Jorge Elliott, la actuación de los protagonistas Ximena Blanco y Dionisio Vivanco, y la dirección de Oscar Stuardo. También se resalta la actuación de los sirvientes y un alumno de primer año, Edison Cid.
Recorte de prensa del articulo "De Todo Un Poco", escrito por Hans Ehrmann, publicado el 27 de abril de 1983 en la Revista Ercilla n°2492, páginas 39-41. El artículo revisa cinco producciones teatrales recientes, destacando una amplia gama de estilos y niveles de calidad, desde montajes históricos con deficiencias en la puesta en escena hasta adaptaciones desafiantes de clásicos con interpretaciones desiguales. La crítica enfatiza la disparidad en la habilidad actoral y la dirección, así como la calidad variable de los diseños de escenografía. Se observa una preocupación por el potencial uso educativo inapropiado de ciertas producciones debido a inexactitudes históricas y problemas de ejecución artística.
Recorte de prensa del articulo "Tempestad En El Conventillo", escrito por Hans Ehrmann, publicado el 07 de junio de 1989 en la Revista Ercilla n°2810, página 28. La crítica evalúa el montaje de La tempestad de Shakespeare por Mark Brickman y Janine Wünsche, destacando la inexperiencia nacional con la obra y los problemas de traducción y dicción actoral. Aunque se elogia la escenografía de Eduardo Sáenz y el vestuario de Pablo Núñez, se señalan limitaciones en la comprensión del lenguaje y la dicción, impidiendo la plena captación de los conceptos directrices. Finalmente, se valora la claridad de la trama y el desempeño de Claudio Rodríguez y Andrés del Bosque, pese a que la profundidad del rol de Próspero no siempre es alcanzada por Tomás Vidiella.