Fue un movimiento cultural mundial que se enfocó en la desigualdad social y la injusticia económica, inspirado en la teología de la liberación. Comenzó en abril de 19714 y tuvo su primera expresión cuando un grupo de ochenta sacerdotes chilenos, conocidos como el Grupo de los 80, que públicamente declara su apoyo en la construcción del socialismo según los lineamientos del entonces Presidente Salvador Allende.
Se creó formalmente en septiembre de 1973, tras la conformación del Secretariado Nacional de Cristianos por el Socialismo, a fin de darle una mayor organización al Grupo de los Ochenta, creado tras las jornadas de reflexión de abril de 1973 compuesta por ochenta sacerdotes, y a los laicos que prontamente fueron sumándose al movimiento.
El grupo acogía a cristianos de izquierda que habían vivido con entusiasmo la experiencia de apertura y renovación de la Iglesia católica gracias al Concilio Vaticano II. Fueron muchos los exponentes de las asociaciones católicas que se adhirieron a la idea del “camino cristiano del socialismo” y del “socialismo del rostro humano”. En Chile su antecedente inmediato es Iglesia Joven.