Fue dibujante e ilustradora. A pesar de no haber concluido sus estudios secundarios ni haber seguido una carrera universitaria, cultivó desde pequeña la pasión por el dibujo, pasión que la llevó a repuntar en el campo de la ilustración bajo el alero de Mario Silva Ossa (Coré).
Su carrera artística comenzó a los catorce años como ilustradora de cuentos infantiles para la Editorial Zig-Zag, entonces a cargo de Elvira Santa Cruz (Roxanne). Esto fue posible gracias a Mario Silva Ossa, ilustrador de El Peneca, quien al conocer su trabajo accidentalmente la contactó para que trabajara en dicha revista. Por consejo del mismo Coré, asistió a cursos libres en la Escuela de Bellas Artes.